HUMILLE MAESTRO (II): JOHN BERKEY

-SU DESTINO…LAS ESTRELLAS-

El vastísimo universo de la ciencia ficción ha sabido darnos, a lo largo de sus años de existencia, una inmensa cantidad de excelentes ilustradores que han sabido plasmar a la perfección un futuro en donde el hombre ha logrado conquistar las fronteras de la ciencia y el espacio.

Uno de ellos, paradójicamente muy conocido y a la vez desconocido por muchos, ha sido el gran ilustrador norteamericano conocido como John Berkey.

La labor de este increíble artista ha podido ser disfrutada por todos nosotros en innumerable cantidad de carteles publicitarios de películas tan icónicas como Infierno en la Torre (1974), la trilogía de La Guerra de las Galaxias, King Kong (1976), Orca La Ballena Asesina (1978), La Invasión de los Usurpadores de Cuerpos (1978), Star Trek II: La Ira de Khang (1982) y Dune (1984), tan solo por nombrar algunas.

John Berkey nació en Dakota del Norte el 13 de Agosto de 1932. Durante su juventud, estudió pintura en la Escuela de Arte de Minneapolis y posteriormente comenzó a trabajar por el término de 8 años en Brown & Bigelow de Minnesota, una empresa editorial especializada en la confección de calendarios ilustrados.

Para la misma, realizó alrededor de sesenta pinturas que se encargaron de reflejar con minucioso detallismo carreteras, paisajes campestres, ferrocarriles, eventos históricos y las industrias relacionadas con la minería, el transporte y la agricultura.

Durante la década del 60 trabajó para la NASA en la confección de pinturas que representaban la epopeya espacial norteamericana, como la Misión Apolo y el Discovery, y en los setenta comenzó a ser más conocido por las magníficas escenas espaciales que realizó para numerosas publicaciones de ciencia ficción.

Entre estas últimas podemos nombrar las tapas para las novelas de autores tan insignes como Robert A. Heinlein, Harry Harrison, Isaac Asimov, Keith Laumer, Damon Knight, Frederick Phol y James H. White.

En ellas, Berkey desarrolló un futuro impresionante con naves de dimensiones megalíticas surcando los abismos del espacio y fastuosas civilizaciones tecnológicas llenas de pequeños y minuciosos detalles, imposibles de ser observados sin prestarles la debida atención.

La exquisita técnica de trabajo inventada por él mismo, en la usaba pinturas acrílicas mezcladas con caseína que le otorgaban una mayor duración, le permitió mostrar una serie de trazos de magnífica factura que sorprenden a todo aquel que tiene la oportunidad de acercarse a su obra. Ello se encargaría de transformarlo en uno de los artistas más innovadores e influyentes del género.

Pero la ciencia ficción no fue su única pasión. Durante toda su vida artística John Berkley ha demostrado ser un ilustrador y pintor polifacético, llegando a ser comparado con otros maestros del género como lo fueron Norman Rockwell y Maxfield Parrish.

Prueba de ellos son sus portadas para revistas como National Geographic o Mecánica Popular, calendarios, estampillas (entre las que se destacan los temas navideños de 1983 y 1991), mujeres, paisajes campestres, ciudades, animales, eventos históricos, autos, trenes, barcos, aviones, industrias y miles de temas más.

Lamentablemente, el inevitable destino se encargó de privarnos de su creatividad y, como a todos nos llegará a suceder algún día, John Berkey abandonó este mundo mortal el 29 de abril de 2008...